Burt Glinn, Barcelona,
1960
Lo
monstruoso es aquello que transgrede las leyes físicas de la naturaleza,
aquello que va contra natura y se impone a lo establecido. Podríamos decir por
tanto que la arquitectura tiene algo de monstruoso en su concepción. Las
propuestas de formas originales, la escala a la que se erige, las ideas
innovadoras buscando la sorpresa, la admiración, a veces la inquietud, parten
de esa definición de monstruosidad que nos ha dado tan bellos ejemplares.