lunes, 14 de septiembre de 2015

Exposición Internacional de París, 1937

Alexander Calder y la Fuente de Mercurio frente al Guernica de Picasso, Pabellón de España, París, 1937

Estando a medio construir el pabellón español de la Exposición Internacional de París de 1937 diseñado por Josep LLuis Sert, apareció un camión con una fuente de mercurio expuesta en la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929 y se le pidió que la colocase en un lugar representativo del pabellón por su significado político. La fuente, carente de valor artístico y en malas condiciones, fue sustituida por la obra de Alexander Calder (a quien en un primer momento se le declinó su ofrecimiento para participar), y se convirtió en punto estructurante del espacio arquitectónico y articulador del circuito expositivo. Una idea concreta en un lugar aún por definir.

El Guernica de Picasso, con quien se contó prácticamente desde el primer momento, responde a una situación distinta. Se le encargó al artista representar la barbarie de la guerra, una obra de propaganda política en favor de la República, que no comenzó a definir hasta que se produjo el bombardeo. En este caso, una idea que estaba aún por concretar para un sitio que sí estaba definido.