Monte Testaccio, Archivo Fotográfico de la American Academy de Roma
"El
aceite de Andalucía competía ventajosamente con el italiano y se exportaba
junto con el trigo en esas ánforas en forma de estilizada peonza que vemos en
los museos o decorando las paredes de las tabernas marineras. La proyección
inferior estaba destinada a clavarse en el lastre de arena que cubría el fondo
de la bodega de los navíos mercantes.
Una
vez vaciadas en los almacenes del Tíber, estas vasijas se rompían, y los
tiestos se arrojaban a un descampado cercano, en el que se fueron acumulando hasta
formar un verdadero monte de 54 metros de altura y 1 kilómetro de contorno, el
Testaccio (del testae, tiesto), que
hoy se integra en el caserío romano, no lejos de la Puerta de San Pablo. Casi
todas las ánforas del Testaccio llevan sellos identificativos que señalan su
origen español, especialmente los niveles del siglo II, antes de que la
competencia del aceite barato y de peor calidad del norte de África amenazara
el mercado andaluz."
Eslava Galán, J., Historia de España contada para escépticos, 2004
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